Los científicos han proporcionado más evidencia de que fumar es dañino. Las niñas que fuman en la adolescencia aumentan el riesgo de desarrollar osteoporosis, una enfermedad de huesos quebradizos, en la vejez. Fumar afecta en gran medida la calidad de los huesos del muslo y la columna lumbar. Es en estos lugares donde las fracturas ocurren con mayor frecuencia en mujeres mayores con osteoporosis.
Investigadores del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati estudiaron los efectos del tabaquismo, así como la depresión y la ansiedad sobre la densidad mineral ósea (DMO) en 262 niñas de 11 a 19 años. Es con estos factores que se asocia la baja densidad ósea en adultos.
Durante tres años, las niñas se sometieron a un examen clínico anualmente. Cada vez, los médicos examinaron a las niñas utilizando una absorciometría de rayos X de energía dual, que mide el contenido mineral total en los huesos, así como la densidad mineral de los huesos de la cadera y la columna lumbar. Los médicos también examinaron a los adolescentes para detectar depresión y ansiedad. Cada tres meses, una encuesta telefónica evaluó su tasa de tabaquismo.
Aunque todas las niñas que participaron en el estudio, tanto fumadoras como no fumadoras, ingresaron a la adolescencia con el mismo nivel de DMO, esta imagen cambió gradualmente. Con el tiempo, se descubrió que las niñas que fumaban más tenían los niveles más bajos de DMO en la columna lumbar y los huesos de la cadera.
La depresión, independientemente de la edad de los participantes, también contribuyó a una disminución en el nivel de DMO en la columna vertebral, mientras que la ansiedad no afectó el nivel de DMO.
Es en la adolescencia que las niñas forman el 50% de su masa ósea, e incluso un nivel relativamente bajo de tabaquismo afecta negativamente el proceso de su acumulación.
