Inflamación del hígado: causas, síntomas, posibles consecuencias. Tratamientos para el tratamiento de la inflamación.

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La inflamación del hígado es una afección en la que los tejidos se ven afectados y las funciones de este órgano se ven afectadas.

Esto puede suceder tanto en hombres como en mujeres.

Considere con más detalle los síntomas de la inflamación del hígado, así como los métodos para tratar esta dolencia.

Inflamación del hígado: tipos y causas.

Muy a menudo, la inflamación del hígado se desarrolla por las siguientes razones:

1. Hepatitis. Por lo general, ocurre cuando una infección ingresa al cuerpo, la acción de venenos o productos químicos. Con menos frecuencia, la hepatitis puede causar consumo excesivo de alcohol, sífilis, tuberculosis y mala circulación.

Se distinguen estos tipos de hepatitis:

• la hepatitis A es una inflamación del hígado, que puede tener tres formas de curso: subaguda, aguda y crónica;

• La hepatitis B es una enfermedad que provoca un virus en particular. Esta patología es aguda y crónica. Se puede transmitir a través de la sangre durante la transfusión, el contacto sexual o de madre a bebé durante el parto;

• La hepatitis C es el tipo más común y peligroso de inflamación del hígado. Por lo general, se infectan con una transfusión de sangre o con instrumentos médicos no estériles;

• La hepatitis D se caracteriza por un daño hepático extenso. La infección con él ocurre a través de la sangre de una persona sana a una persona enferma;

• la hepatitis E se considera la más peligrosa, ya que en líneas cortas puede provocar la muerte de una persona;

• La hepatitis F todavía es poco conocida. Se puede transmitir sexualmente y a través de la sangre.

2. La cirrosis es una enfermedad en la cual un paciente desarrolla inflamación crónica del hígado, un cambio en sus tejidos y funciones.

Esta patología generalmente se desarrolla lentamente, con exacerbaciones periódicas. Si no se trata, conduce a la muerte de una persona dentro de los cinco años. Si se lleva a cabo una terapia compleja, el paciente podrá vivir mucho más.

Inflamación del hígado: síntomas y signos.

La hepatitis aguda se caracteriza por los siguientes síntomas:

1. Un aumento en la temperatura corporal ocurre dentro de un mes después de la infección.

2. Digestión, diarrea y diarrea.

3. Náuseas frecuentes.

4. Cambio en los recuentos sanguíneos clínicos.

5. Dolor en el lado derecho.

6. Gran debilidad.

7. Pérdida de apetito.

8. Vómitos.

9. Agrandamiento del bazo.

10. Oscurecimiento de la orina.

11. La aparición de color amarillento en la piel es inherente a la hepatitis A.

12. Con una progresión aguda de la enfermedad, el paciente puede tener convulsiones, delirio, pérdida de conciencia, excitación emocional excesiva.

La forma aguda de la enfermedad en la mayoría de los casos se puede curar después de 3-5 meses. Si el cuerpo del paciente está muy debilitado, la inflamación puede convertirse en una forma crónica.

En forma crónica, la hepatitis tiene los siguientes síntomas:

1. Náuseas que ocurren después de comer alimentos grasos, agrios, fritos o ahumados.

2. Gran debilidad.

3. Menor rendimiento.

4. Violación de la salida de bilis.

5. La aparición de molestias en el estómago.

6. La tendencia de una persona a diversas enfermedades respiratorias debido a la inmunidad debilitada.

7. Las condiciones depresivas se desarrollan debido a la conciencia de una persona de una enfermedad crónica incurable.

La forma crónica de hepatitis, por regla general, es completamente asintomática durante mucho tiempo, por lo tanto, se diagnostica en una forma bastante descuidada, cuando el hígado tiene signos de daño.

La cirrosis del hígado tiene las siguientes características:

1. El paciente tiene vómitos y náuseas frecuentes.

2. Poco a poco se desarrolla un trastorno digestivo. Hay estreñimiento frecuente, diarrea y diarrea.

3. Hay fiebre y amargura en la boca.

4. hinchazón.

5. Anemia

6. Violación del hígado.

7. Picazón en la piel.

Inflamación del hígado: métodos de diagnóstico y tratamiento.

Cuando aparecen los primeros signos de la enfermedad, debe consultar a un terapeuta. Después de un examen inicial y sospecha de inflamación del hígado, el médico derivará al paciente a un especialista en enfermedades infecciosas.

Para diagnosticar la inflamación del hígado, debe someterse a los siguientes procedimientos de diagnóstico:

1. Palpación de la cavidad abdominal.

2. Toma de historia.

3. Ultrasonido del hígado.

4. Análisis clínicos generales de sangre y orina.

5. Un análisis de sangre para hepatitis.

El tratamiento de la inflamación del hígado se selecciona individualmente para cada paciente, según el tipo y la forma de la patología, así como los síntomas del paciente.

El curso tradicional de tratamiento implica lo siguiente:

1. En caso de hepatitis infecciosa, el paciente debe aislarse de otras personas hasta que se cure. Por lo general, la cuarentena dura de 3 a 4 semanas.

2. Durante el período de terapia, es aconsejable que el paciente observe reposo en cama, que no se ponga nervioso y que excluya completamente cualquier actividad física.

3. La práctica de prescribir medicamentos antivirales e inmunomoduladores. Comúnmente utilizado para este propósito:

• Alfaron: un medicamento destinado a suprimir el virus de la hepatitis;

• Ademetionina: un medicamento eficaz contra el tipo alcohólico de hepatitis;

• Viferon: un medicamento que suprime la actividad de la infección y ralentiza el crecimiento y la reproducción de los patógenos de la hepatitis;

• Rabavin: recetado para la hepatitis C.

Inflamación del hígado: tratamiento, dieta, prevención.

La nutrición clínica juega un papel muy importante en el tratamiento de la inflamación del hígado. La tabla tradicional de dieta número 5 (para hepatitis) proporciona lo siguiente:

1. El paciente debe abandonar el uso de tales productos:

• bebidas carbonatadas dulces;

• cualquier bebida alcohólica;

• productos de harina (solo se pueden hacer galletas y un poco de pan seco con salvado;

• comida ahumada;

• conservación;

• comida salada;

• pescado graso y carne;

• café y té negro;

• chocolate;

• helado;

• salchichas;

• comida rápida;

• productos semiacabados;

• grasas animales;

• caldos ricos;

• jugos de frutas agrias.

2. La base de la dieta debe ser:

• sopas de verduras;

• gachas de avena;

• requesón y cualquier producto que contenga;

• productos lácteos, solo bajos en grasa;

• frutos secos y decocciones de ellos;

• verduras;

• frutas;

• variedades bajas en grasa de pescado y carne;

• nueces.

3. Para reducir la carga sobre el hígado y el estómago, debe abandonar el uso de especias y sal. También necesitas comer comida rallada.

4. La comida debe ser al vapor, horneada o hervida.

5. Los platos no deben estar calientes, pero no demasiado fríos. Es mejor si la comida está tibia.

6. Debe haber 5 comidas al día. Las porciones no necesitan hacerse grandes.

7. Al menos una vez al día, el paciente necesita usar alimentos líquidos cocidos (sopa, menestra de verduras).

8. Se debe evitar comer en exceso. Si siente que ha comido en exceso, entonces necesita beber una preparación enzimática (Festal, Mezim, Pancreatin).

9. Un día necesitas beber muchos líquidos. Esto puede ser agua, una decocción de frutas secas, manzanilla y té verde o jugo de abedul.

Si la inflamación del hígado es aguda, el paciente debe seguir una dieta hasta la recuperación. Si la patología se ha convertido en una forma crónica, entonces una persona debe adherirse a dicha dieta terapéutica.

Para prevenir el desarrollo de inflamación del hígado, debe cumplir con las siguientes recomendaciones del médico:

1. Realizar la vacunación oportuna contra la hepatitis viral.

2. Eliminar completamente el uso de alcohol y fumar.

3. Limitar el contacto con personas con hepatitis viral (la enfermedad puede transmitirse por gotitas en el aire y por artículos domésticos).

4. Tenga sus propios productos de higiene personal (tijeras, cepillo de dientes, toallas, lima de uñas, jabón, pinzas, etc.). Además, no debe permitir que nadie use sus artículos de tocador o accesorios de baño, ya que de esta manera puede contraer enfermedades, infecciones, hongos y virus "extraños".

5. Para aumentar la inmunidad, debe practicar deportes, templar y comer por completo. Además, puede tomar complejos vitamínicos.

6. Como profilaxis, al menos dos veces al año, debe hacerse pruebas de hepatitis y realizar un examen completo del hígado.

7. Cuando aparecen los primeros signos de inflamación del hígado, debe consultar inmediatamente a un médico y no automedicarse.

8. En caso de contacto accidental con una persona enferma (incluso durante el contacto sexual), hay vacunas de emergencia con inmunoglobulina. Este medicamento bloquea el virus de la hepatitis y evita que se integre en las células sanguíneas. Dicha inyección debe realizarse lo antes posible. Para hacer esto, una persona necesita contactar a un especialista en enfermedades infecciosas.

9. Es importante tener una pareja sexual permanente y sexo protegido en caso de contacto accidental. También debe verificar no solo a usted mismo por hepatitis, sino también a su pareja (a veces la enfermedad puede tener una forma crónica, por lo que una persona no notará sus manifestaciones durante años).

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