El cáncer de piel (melanoma), la próstata y algunas formas de cáncer de la sangre, que debilitan el cuerpo, hacen que la inmunidad sea muy activa. Los científicos daneses pudieron establecer que el selenio, que es abundante en el brócoli y el ajo, es capaz de ralentizar dicha actividad del sistema inmune.
No es ningún secreto que muchos tipos de cáncer son simplemente invisibles para la inmunidad. Al mismo tiempo, las células cancerosas producen una gran cantidad de moléculas, que lo estimulan de manera perjudicial. Sin embargo, los compuestos de selenio son capaces de bloquear moléculas estimulantes.
Los científicos han centrado su atención en las moléculas NGK2D, previamente utilizadas exclusivamente como marcador de cáncer.
Estas moléculas se disuelven en la sangre y se encuentran en la superficie celular. Se ha encontrado que los compuestos químicos de selenio neutralizan variantes especiales de NGK2, tanto en forma líquida como superficial.
