Los fabricantes de teléfonos móviles, bajo la presión de los consumidores y los reguladores, usan sustancias menos tóxicas en la fabricación de sus dispositivos, señalan los investigadores.
El Centro Ambiental de Michigan realizó un estudio que examinó 36 modelos diferentes de teléfonos celulares que han aparecido en el mercado en los últimos cinco años. Motorola Citrus, LE RemarqApple y iPhone 4S fueron los menos tóxicos.
Entonces, el último iPhone 5 estaba en quinto lugar, su principal competidor Samsung Galaxy S III, en noveno. En cuanto a la primera serie de teléfonos inteligentes más vendida, lanzada en 2007, el iPhone 2G, se descubrieron los materiales más tóxicos.
"Llegamos a la conclusión de que los teléfonos móviles son elementos químicamente peligrosos, pero están mejorando mucho", dijo Jeff Gearhart, director de investigación del centro ambiental.
Cada teléfono contiene una cierta cantidad de sustancias tóxicas.
En un comunicado, el centro ambiental explicó que "cada teléfono tomado como muestra para este estudio contiene al menos uno de los químicos peligrosos como plomo, cloro, bromo, mercurio y cadmio".
Dichas sustancias peligrosas pueden contaminar el medio ambiente en cualquier etapa de la vida del producto desde el momento en que se ensambla el teléfono móvil hasta el día en que se desecha.
"El interés del consumidor en productos más seguros está obligando a las empresas a diseñar y fabricar productos más seguros", dice Gearhart, y se refiere a controles más estrictos sobre materiales peligrosos utilizados en productos electrónicos de consumo en Europa y Asia.
